En las palabras más llanas se vierten mil sentidos, se van sumando en la recóndita fuente de la memoria, van llenando vastos espacios en blanco.
18 febrero 2010
Fragmentos a la deriva IV
En las palabras más llanas se vierten mil sentidos, se van sumando en la recóndita fuente de la memoria, van llenando vastos espacios en blanco.
*****
Hay parajes con cierto encanto, sitios
destinados a recrear el espíritu, a nutrir la paz interior que se vuelve dulce
remanso en la contemplación de horizontes coloridos.
*****
A campo traviesa vamos dando con
lugares mágicos que albergan la fuerza inédita de acercarse al centro de lo
desconocido.
*****
Nos adentramos al umbral de los
paraísos artificiales y las texturas que rivalizan para captar la atención de
la mirada que se asoma impávida, pero que confirma también la fugaz hazaña.
*****
Los excesos a veces nos confunden
haciéndonos creer que el universo gira alrededor de nosotros mismos. Qué
ilusos.
*****
Nos persigue el tiempo y nos
enfrenta con nuestras deudas pendientes; viaje en el que nos vemos envueltos
sin quererlo.
*****
¿Cómo decimos lo que pensamos sin
que los demás se ofendan y sin traicionar impunemente a la verdad?
*****
¿Por qué es más fácil dejarse
llevar por las apariencias y juzgar a los demás en primera instancia,
negándonos al conocimiento?
*****
¿Cómo no herir susceptibilidades
en el encuentro con el otro, en la complicidad de vernos reflejados en otro par
de ojos?
*****
Acertamos en el registro de los
instantes que acompañan la sensación ufana de sabernos únicos en el acto
suntuoso de mirarnos en el espejo.
*****
Poesía: manto de rubíes que
resplandece a cuentagotas; bóveda perenne de claroscuros, aliento vital de un
rumor interno.
*****
Súbito torbellino de sensaciones
inusitadas, calor subiendo por el cuerpo inerte, oleada de escalofríos
atraviesan la espalda y un dolor ligero se aloja en el nicho del alma.
Etiquetas:
ARGUMENTOS,
CONFESIONES,
SOBREVIVENCIA
Suscribirse a:
Entradas (Atom)